Testimonio de Andrea Scorciaffico.
Doctor lo logré!!! Y fue maravilloso!!! Más que un viaje, fue superar barreras, miedos!
Gracias!!! 22 de Septiembre 2019
Doctor lo logré!!! Y fue maravilloso!!! Más que un viaje, fue superar barreras, miedos!
Gracias!!! 22 de Septiembre 2019
Marina Vaccarezza tiene 26 años. Luego de mucho esfuerzo, logró estudiar aviación y obtener las horas de vuelo necesarias para tener su licencia. Los desafíos, las dificultades y los sueños de una joven que se animó a vivir en el aire.
Según cifras de distintas organizaciones internacionales, por cada 20 aviones comerciales que atraviesan el cielo en todo el mundo solo uno es piloteado por una mujer. Pero Marina Vaccarezza no le teme a las estadísticas y se ilusiona con comandar uno de esos pronto: con gran experiencia en una actividad desafiante, ya cumplió las 900 horas de vuelo necesarias para rendir un examen y ahora espera un llamado a concurso de alguna línea aérea.
Con 26 años, Marina pudo romper estereotipos y alcanzó su sueño de volar, algo que la acompaña desde que era muy chica: su padre, Ricardo José Vaccarezza, fue piloto durante cuatro décadas. Cuando ella veía que él se iba de su casa a trabajar recorriendo el mundo, su deseo se iba incrementando.
Pero hasta para ella, que vivía en una casa donde conocían el oficio, las cosas no fueron nada sencillas: cuando decidió contarle a su familia que quería pilotear aviones, le respondieron de manera contundente: “No es un oficio para una mujer”.
No se dio por vencida. La joven insistió e insistió hasta que logró que le pagaran los estudios de aviación, una carrera muy costosa que implica cursos teóricos, prácticos y horas de vuelo que pueden llegar a salir hasta 100 dólares.
“Por suerte tuve a mis papás que me pudieron ayudar”, le cuenta a Infobae la joven, que nació en Buenos Aires en 1993 y siempre vivió en Ituzaingó, provincia de Buenos Aires. Marina es hija única, proviene de una casa de clase media y asegura que en este momento no está en pareja porque “es difícil encontrar a alguien que soporte que una esté afuera por bastante tiempo”.
“Yo he tenido que volar a veces en días festivos, tanto en Navidad como Año Nuevo, y fechas de cumpleaños. Fue todo un sacrificio estar volando. Pero realmente es lo que yo elijo y va más allá de todo: es lo que me apasiona“, señala enfática.
— ¿Cómo fue que empezaste a volar?
– Fue hace ocho años en la Escuela de Vuelo Aero Chenaut. Inicialmente hice mi primer vuelo en Luján, ahí probé volar y sentí que era lo que yo quería para mi carrera. En Zárate hice mis primeras 40 horas de vuelo para obtener mis alas. Después continué en la misma escuela, hasta tener 200 horas de vuelo para obtener la licencia comercial de avión.
— ¿Siempre soñaste con esta profesión?
— Desde chica yo quería ser piloto. Por mi papá saqué toda esta pasión, de verlo a él, de que él me llevara en sus vuelos y ver la cabina. Costó un poco que mis papás lo aceptaran porque, a pesar de que mi papá era piloto, sabía lo difícil que era la carrera y más para una mujer.
— ¿Por qué era difícil?
— Es una carrera muy sacrificada. Tenés que tener mucho estudio, tenés que sacrificar muchos fines de semana, mucha vida social, y tenés que tener a la gente apropiada también que te acompañe. Porque no todo el mundo entiende que uno tiene diferentes horarios con respecto al vuelo.
— ¿Sufriste discriminación por ser mujer?
— La verdad que sí, todavía algunas personas siguen pensando de la manera antigua y no se modernizaron. Yo tengo la misma operativa que cualquiera de mis compañeros de trabajo, tanto yo como mis compañeras colegas pilotos. Es algo que venimos teniendo desde hace tiempo. Es una costumbre, en realidad, no ver a la mujer en el tema aviación o en otros rubros.
— ¿Que sacrificaste por esta carrera?
— Me apasiona absolutamente todo, desde el inicio en tierra, la preparación de vuelo en tierra, el salir a volar, el estar en el aire y la finalización de la operación. No podría definir exactamente la sensación que me da volar pero es como una mezcla de sensaciones que tengo. Y yo me siento libre en el aire, en el vuelo.
— Hablame de la concentración que tenés que lograr en un vuelo.
— Sí, tenés una gran responsabilidad. Pero eso también me gusta, me llama mucho la atención. Todo el mundo me preguntaba si no quería ser azafata, porque nadie entendía que mi idea era ser piloto, porque no era común. Pero decidí esto. Son dos cosas diferentes.
— ¿Qué fue lo más difícil que te tocó atravesar en tu carrera?
— El tema monetario y siempre tenés que estar adaptándote a las diferentes aeronaves que estás volando o que empezás a volar. Eso requiere mucho estudio.
—¿Cómo fueron tus estudios?
— Inicialmente vos tenés que comenzar con 40 horas de vuelo para la licencia de piloto privado de avión. Ahí empezás tu carrera de alguna manera. Tenés que llegar a las 200 horas de vuelo y ahí tenés la licencia de piloto comercial de avión. Después tenés una licencia que sería la de instructor, a las 500 horas, que podés hacer o no. Lo que tiene la licencia de instructor es que te salva mucho con respecto a sumar horas de vuelo. Te agiliza más el tema de llegar a las 1.000 horas de vuelo si es que vos querés llegar a una línea aérea.
— ¿Con qué soñás?
— Mi sueño de ser piloto ya lo cumplí. Ahora tengo metas dentro de la carrera. Mi mayor meta es llegar a una línea aérea. Trabas siempre hay, pero pasa en todos lados. Lo ideal es continuar, seguir, estudiar, más allá de ser mujer. Porque uno a veces piensa eso, que no puede por ser mujer. Y no es así, hay que seguir adelante. Tanto como yo como las otras colegas somos la muestra de que se puede llegar.
— ¿Cuando vos te propusiste ser piloto viste algo como un imposible?
— Sí. En un momento de la carrera me trabé y pensé que me agarraban dudas, que no sabía si realmente era lo que debería seguir. Pero no por mí, sino por ahí lo que es la aviación. También el tema monetario frenaba un poco. Pero por suerte pude. Nunca bajé los brazos, pude seguir avanzando. Y siempre me di incentivo a mí misma para poder seguir.
Fuente: Publicado en Infobae 19/9/209
No hace falta ser un gran viajero del mundo, pero sí una cuota importante de respeto y sentido común. Aquí, una serie de consejos para tener en cuenta a la hora de volar en avión y no resultar un pasajero molesto.
1. Anticiparse al control de seguridad. A todos les parece engorroso, pero es un paso esencial para garantizar la seguridad de los pasajeros. Por eso, lo mejor es tener en cuenta las reglas y ayudar para que el control fluya.
Deshacerse de los líquidos en los tachos habilitados para ello, sacarse el calzado en aquellos aeropuertos que lo requieran, sacarse cinturón y chequear no tener monedas en los bolsillos. Y sacar de los bolsos y mochilas los dispositivos electrónicos como celulares, tablets o notebooks y acomodarlos en las bandejas. Todas las dudas sobre qué podemos llevar en el bolso de mano o no pueden consultarse en los días previos con la línea aérea.
2. Evitar hacer colas. Todos tienen su lugar asignado y, en general, las aerolíneas van llamando por grupos a la hora de embarcar. Basta con que un pasajero comience a hacer la cola en la puerta de embarque para que el resto forme fila detrás, a veces esperando de pie más de media hora e interrumpiendo el paso para los pasajeros que se dirigen a otras puertas.
3. Compartimentos superiores. El espacio es compartido por lo tanto tener conciencia de que todos tienen derecho a ubicar sus valijas carry on o bolsos de mano en el compartimento superior. Si ya ubicaste la carry on, la mochila llevala debajo de tu asiento.
4. Instrucciones de seguridad. Es importante prestar atención, sea con un video o con la tripulación de cabina explicando todos los aspectos dela seguridad del avión.
5. Apoyabrazos. El espacio entre asientos es pequeño, ya lo sabemos. Y el apoyabrazos es compartido. Así que evitá acodarte como si estuvieras en el living de tu casa y tratá de compartir.
6. Baño. Es increíble ver la cantidad de gente que sube al avión y ya antes de despegar está utilizando el baño. Se recomienda pasar por el baño en el aeropuerto, antes de ingresar en el avión. Y luego sí utilizarlo durante el vuelo. Otro tema: por favor, utilizar calzado para ir al baño.
7. A la hora de reclinar asientos. Origen de muchas discusiones, el reclinar el asiento es, por un lado, un derecho del pasajero -para eso está la palanca- pero, por otro, una incomodidad para el pasajeros de atrás. En todo caso, lo ideal sería avisar cuando uno vaya a reclinar el asiento o fijarse que la persona no esté comiendo o trabajando con la mesa para evitar molestar. Un “por favor” o “permiso” siempre ayuda.
8. Evitar llamar a los tripulantes de cabina a cada rato. El abuso del timbre es molesto para los tripulantes que están trabajando.
9. No convertir en avión en un basurero. Aunque el vuelo sea largo, no hay razón para dejar papeles o restos de comida tirados por todos lados. Colaborar con la higiene y prestar atención al momento en que la tripulación pasa con bolsas para retirar la basura.
10. Levantarte cuando sea tu turno para salir. Basta con que se apague la luz de abrocharse el cinturón de seguridad para que instantáneamente todos los pasajeros salten del sus asientos ansiosos por salir del avión. Un caos de gente amontonada en el pasillo.
Norwegian Air Argentina empezó a operar vuelos de cabotaje dentro del país hace menos de un año y se presenta como una opción ideal para viajes de placer y de negocios.
La llegada de las aerolíneas low-cost a la Argentina es toda una realidad: son compañías que ofrecen pasajes de cabotaje a precios muy económicos, contribuyendo a que muchas personas experimenten por primera vez lo que es volar. El Ministerio de Transporte de la Nación registró que, durante 2018, fueron casi 440 mil las personas que viajaron en avión por primera vez.
A pesar de los pasajes baratos, muchos viajeros se preguntan cómo es la experiencia de viaje en una aerolínea low-cost, si es una buena decisión a volar con estas compañías aéreas.
En ese plan, Norwegian es una compañía aérea noruega y la tercera mayor low-cost de Europa. Dentro de su plan de crecimiento, fijó su atención en Sudamérica, donde creó Norwegian Air Argentina, una compañía 100% argentina con empleados de tierra, auxiliares de vuelo y pilotos argentinos.
Hace poco menos de un año Norwegian Air Argentina empezó a operar vuelos de cabotaje dentro del país y rápidamente se consolidó como “la manera más inteligente de volar”.
Norwegian se erige como la opción ideal para los viajeros tanto de ocio como de negocios, ofreciendo vuelos a precios ajustados y una placentera experiencia de viaje: cuenta con una flota de aviones nuevos (edad media: 1,9 años); wifi gratuito en todos los vuelos de cabotaje; tripulaciones locales experimentadas; y un mayor espacio para las piernas, con asientos de dimensiones verdaderamente escandinavas.
La puntualidad es una de las cosas que Norwegian también se toma muy serio, ofreciendo unos niveles por encima de la media del mercado doméstico argentino. A esto se le suma que todos sus vuelos de cabotaje operan desde y hacia el Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires.
Con ocho rutas de cabotaje desde Aeroparque –Bariloche, Córdoba, Jujuy, Iguazú, Mendoza, Neuquén, Salta y Ushuaia-, Norwegian se convierte en la manera “más inteligente” de recorrer Argentina, un país con muchas cosas por descubrir.
Poder Volar Sin Miedo – MODALIDAD ON LINE:
“Todos somos más poderosos de lo que creemos ser”
Este curso está pensado para aquellas personas que no puedan asistir de forma presencial y puedan realizarlo de forma virtual, A DISTANCIA.
***REQUISITOS PARA LA CAPACITACIÓN MODALIDAD ON LINE:***
Es necesario anotarse y estar ON LINE el día y horario del curso.
Es TODO EN VIVO y luego se envía el curso y los materiales por email (video + textos + ebook de regalo)
El día del evento la persona recibe un link de ZOOM donde deberá ingresar para presenciar el curso completo.
Solo es necesario tener una buena señal de Internet.
CONTENIDO DEL CURSO:
En este curso se brindarán conocimientos sobre el funcionamiento de los aviones, la seguridad aérea, la meteorología, el funcionamiento mental del miedo y cómo manejarlo a través de técnicas corporales: respiración, relajación y visualizaciones.
Los asistentes – a través de conceptos y experiencias recreacionales – podrán:
INCLUYE: Un ebook en PDF, un cuadernillo y links a videos con un resumen de los contenidos.
PARA QUIEN ES EL EVENTO:
Personas que no han volado nunca y tienen desconfianza sobre lo que es volar.
Personas que vuelan mal pasajeros frecuentes que empeoran con cada vuelo.
Personas fóbicas que evitan volar evitan viajar en avión y/o tienen un alto grado de sufrimiento.
Para ex-cursantes que quieran refrescar conocimientos
DÍA Y HORARIO:
Jueves 13 de Junio de 2019 – 18.30 hs a 20:30hs.
MODALIDAD: ON LINE
CURSO A CARGO DE:
El Dr. Claudio Plá trabajará su método con 24 años de experiencia asistiendo a pasajeros con miedo a volar donde se brindan los secretos que mejor funcionan para recuperar el placer de viajar en avión.
La Lic. Ingrid Westerholz es Lic. en RRPP e Instituciones – Coach de Oratoria – Docente – Expositora en Vistage Argentina
ARANCEL:
PREVENTA HASTA EL 31/5/2019 – $1200 (pesos argentinos)
Costo sin promoción: $2000 (pesos argentinos)
Consultas a:
podervolar.pla@gmail.com | www.podervolar.org | WhatsApp: 54911.4449.7922
En el programa “Perros de la Calle” de Radio Metro FM95.1, el músico Gillespie contó su historia de como superó el miedo a volar gracias al equipo de Poder Volar. No te lo pierdas!!
El Dr Pla ofrece acompañamiento en un vuelo de ida y vuelta a la ciudad de Córdoba en días hábiles. Una experiencia vivencial con puesta en práctica de todo lo aprendido.
En este curso se brindarán conocimientos sobre el funcionamiento de los aviones, la seguridad aérea, la meteorología, el funcionamiento mental del miedo y cómo manejarlo a través de técnicas corporales: respiración, relajación y visualizaciones.